Queridos lectores, nos situamos pues a finales de los años 40. El reciente descubrimiento de la radiactividad le hizo especular a Reich con una posible relación entre ésta y el orgón.
De la misma manera que vimos en la entrada anterior que los biones podían digerir las Bacilos-T y usarse para tratar los tumores de manera efectiva, ¿podía el orgón neutralizar la radiactividad? En esta entrada vamos a ver el peor error que cometió Reich en su vida, pero que irónicamente se podría convertir en la fórmula para solucionar el endémico problema que supone la nefasta energía nuclear. Si lo que han leído hasta ahora les ha sorprendido, prepárense porque lo mejor está por venir.
Para ello, Reich colocó una pequeña muestra de 2 mg. de radio en el interior de su acumulador. El resultado, fue completamente al revés de lo esperado, ya que el acumulador actuó como un gran amplificador de la radiactividad, y la zona tuvo que ser limpiada de radiactividad, provocando con ello un tremendo incidente.
Cloudbusters originales de Reich.
Reich había descubierto el O.R.A.N.U.R (Orgonomy Antinuclear Radiation). En esta ocasión y a diferencia del descubrimiento casual de los biones, la sorpresa fue desagradable. Y fue entonces que ante una situación extraordinaria, cuando se le ocurrió una solución extraordinaria.
Para deshacer la contaminación y ante los enormes costes de desintoxicación la premura y la alarma creada, Reich ideó un aparato consistente en una serie de tubos de cobre que con un sistema telescópico podían ser alargados, como si de un cañón se tratara. En el extremo inferior de cada uno de ellos, un tubo de goma se conectaba a una acequia con agua circulante. El cobre como metal debería de absorber el ORANUR para rápidamente expulsarlo tubo abajo, y el agua circulando debería de ser capaz de retenerlo y llevárselo lejos, al menos, si la hipótesis sobre el comportamiento del orgón que vimos en la entrada anterior era correcta. Por aquel entonces, habían ya pasado 10 años del descubrimiento de los biones así como los muchos fenómenos anómalos que reflejábamos en las dos entradas anteriores, así que Reich parecía tener bastante claro el comportamiento del orgón fruto de su intuición poderosa.
Y dicha intuición no le falló. A las semanas, los alrededores del laboratorio de Reich volvían a estar limpios de radiactividad, aunque no sin un alto coste y esfuerzo, y sobre todo… de agua.
Where’s the truth? 1948-1957. De Mary Boyd Higgins.
En el libro de reciente aparición ¿Dónde está la verdad? en la que se habla del último período que va de 1948 a 1957, se publicaron las páginas 70, 71 y 72 y la petición de Fósforo 32 en forma de fosfato de potasio radiactivo (20 milicuries) que Reich hizo a la Comisión Nacional para la energía Nuclear para uno de sus experimentos de crecimiento tumoral de Bacilos-T en 100 ratones detallados en la entrada anterior. En la tercera hoja de la petición, Reich especifica claramente que todo material radiactivo no debe guardarse bajo ningún concepto en acumulador orgónico. Este hecho demuestra claramente que Reich estaba completamente al corriente de los peligros que suponía el mezclar material nuclear con los acumuladores orgónicos.
Tercera Hoja de la petición de Fósforo Radiactivo, donde se lee textualmente que este material no puede introducirse en los acumuladores orgónicos. Ref; Where’s The truth. Pag 72.
El enorme problema que supone la radiactividad, es que como energía se había sumado a la energía primordial orgónica desde 1945, creando con ello una segunda energía mortal, el ORANUR (Orgonomy Antinuclear Radiation). Algunos físicos nucleares creen que todavía hoy hay repartidos por todo el mundo, trazas de Cesio-137 de la explosión de Hiroshima. Este hecho es catastrófico para la Tierra y ante esto, Reich se sintió profundamente impresionado y vinculado cada vez más en su particular cruzada contra la proliferación de la energía nuclear, sobre todo al ver la gran cantidad de agua que se necesitaría para reconvertir el ORANUR en D.O.R (deadly orgon) primero, y en orgón después.
A partir del min 9 y siguiente vídeos,
el catalán Carles Frígola explica el experimento ORANUR y las consecuencias del
mismo.
LA MEDICINA ORGONOMICA. Dr. Carles Frigola. 21/12/2012
El D.O.R había sido postulado en anteriores experimentos como un halo negruzco y no pulsante que aparecía alrededor del orgón al que Reich no había dado excesiva importancia ya que le resultaba más difícil de detectar que el propio orgón. Se empezó a hablar de él en el Análisis del Carácter, y en Los experimentos con Biones Reich observó que en altas concentraciones precipitaba en una extraña forma de materia negra que llamó Melanor. El D.O.R se presentaba en múltiples formas que impedían la pulsación propia del orgón, y que se encontraba en altas concentraciones en sangre durante los ataques de rabia, la ansiedad o los orgasmos reprimidos.
No todos los investigadores de la obra Reichiana coinciden en las diferencias entre el D.O.R y el ORANUR, entre otras cosas porque Reich jamás dejó muy claras. Según parece, Reich dejó escrito que el segundo emitía una radiación rojiza-púrpura que migró a negruzca (D.O.R), y fue entonces cuando se encontró con grandes cantidades de una energía D.O.R que hasta ese momento solo era objeto de especulación. También se cree que el D.O.R estaría relacionado con el fenómeno del electrosmog o contaminación electromagnética producida por los aparatos electrodomésticos (y la controversia que se deriva sobre la supuesta patología de las antenas de telefonía, hornos microondas, etc…). Hay varios experimentos sobre todo en el campo de la geobiología y el fengshui que hablan de las energías negativas o Chi negativo. Los parecidos entre ambas descripciones nos hacen pensar que estamos hablando de una misma cosa, pero que el ORANUR es claramente algo diferente del D.O.R, y lo que es más importante muchísimo más dañino. De ser cierto el ORANUR, el ser humano vive bajo un polvorín terrible y solo tenemos que ver lo que Fukushima ha supuesto en costes económicos, estructurales y morales. Para poder comprobarlo necesariamente habría que adquirir una porción de material nuclear y como tal, es imposible de llegar a saber. Y obviamente, mejor nunca llegar a saberlo. Pero si sabemos ahora que la orgonomía podría ser la solución (quizás la única existente) para el endémico problema al que la Humanidad está condenada como es esta lacra absoluta de los desechos nucleares.
Modificación del Clima.
Esto llevó a pensar a Reich que un sistema así podía servir para afectar el clima y provocar lluvia; si se podía acumular orgón en un determinado punto del cielo, se debería de provocar también la acumulación de vapor de agua y por consiguiente la formación de nubes. Había nacido el cloudbuster. El detalle de los experimentos fueron publicados en la revista CORE (Cosmic Orgone Engineering) durante los años 1953 a 1956, pero dichas publicaciones (de las que conservo solamente una) fueron quemadas por el Gobierno de Estados Unidos.
James DeMeo y su Cloudbuster.
Una de las primeras cosas que comprobó Reich, es que sólo se formaban nubes cuando el cloudbuster se colocaba exclusivamente con los tubos enfocados de este a oeste, al revés se deshacían, mientras que en todas las otras direcciones no ocurría nada. También comprobó que la velocidad de los flujos de orgón atmosférico era por dos veces superior a la rotación de la Tierra, y que esta aumentaba con la altura. Al mismo tiempo, la gran sensibilidad del orgón con el agua hacía que este subiera y bajara en función del grado de humedad. Varios experimentadores con el cloudbuster han verificado también que una orientación inadecuada del mismo, podía crear enormes concentraciones de D.O.R en el cielo, hecho que permite esclarecer las diferencias entre éste y el ORANUR.
Entrevista en italiano a James DeMeo
sobre su cloudbuster.
James De Meo - Orgone & CloudBuster
¿Pero qué energía sempiterna y omnipresente podía causar este hecho? Era por tanto imperioso, enfrentarse con el gran dogma de la física moderna; la existencia del éter.
Durante 5 años James DeMeo realizó sesiones de cloudbustering en el desierto de Eritrea, concretamente en las reservas de Mainithi, Maisheka y Senafe, en el puerto de Massawa, y en la Granja Keren. En concreto de los días que irían del 3 al 15 de Julio y del 30 de agosto al 10 de setiembre de 1995, del 19 de Junio al 7 de Julio y del 15 de Agosto al 9 de setiembre de 1997, y del 15 de Julio al 7 de Agosto y del 12 al 31 de Agosto de 1998.
El resultado fue un 57,7% más de precipitación.
Gráfica final de las operaciones de cloudbuster realizadas en el desierto de Eritrea por de Demeo. Ref; Heretic’s Notebook, pags 183 y siguientes.
Eter Dios y Demonio… y la falsa premisa
del Experimento de Michelson Morley.
En un anterior artículo hablaba sobre la búsqueda del éter o energía de punto cero, una energía que supuestamente estaría presente en todo el Universo en cantidades que exceden por completo a nuestra imaginación, es decir, muy superiores a la cantidad de energía real en forma de materia que forma nuestro universo, una energía propia de una cuarta dimensión que ha sido esquiva para la ciencia hasta ahora, a pesar de que desde siempre se ha especulado con su existencia con diferentes nombres como energía de punto cero, energía oscura, taquiones, Chi, Prana, etc…. Sería interesante para el lector llegado a este punto, una lectura previa del mismo y que apareció publicado en el número 1 de la revista DogmaCero porque entendí que era primordial empezar por este tema, porque a pesar de su complejidad es el más importante con el que han lidiado todos los científicos proscritos de la historia como Tesla, Schauberger o Lakhovsky al Olimpo del cual se sumaba ahora el propio Reich.
Cloudbuster de DeMeo en Africa.
Por más que su comprensión pueda resultar difícil, es imprescindible hacer este esfuerzo inicial para poder entender a posterior la obra de casi todos estos grandes científicos denostados.
Etheric Rainmaking with Trevor
James Constable
En el minuto 21, Trevor James Constable produce lluvia etérica al cruzar de oeste a este la isla de Hawai con un cloudbuster montado en las alas de una avioneta.
Con todas las características propias que había descubierto en el orgón, Reich escribió un ensayo en el que empezó a postular si el orgón no era en realidad el preciado éter que el experimento de Michelson Morley se encargó supuestamente de demostrar su inexistencia. Se trata junto a “Cosmic Superimposition” de dos libros que en realidad vienen a ser uno sólo (de hecho se publican conjuntamente), que constituyen la parte más compleja de la obra de Reich, y de la hablaré en una entrada posterior.
Dibujos realizados por el propio Reich sobre cómo se podían hacer/deshacer nubes en función de la orientación este/oeste y viceversa. CORE (Cosmic Orgone Engineering). Publications of the Orgone Institute. Vol VI Numeros I-IV. Julio de 1954. Pag 37-39.
Dibujos realizados por el propio Reich donde se advierte de la orientación este-oeste del cloudbuster.
Dos errores de partida importantes tenía este experimento.
Reich con su cloudbuster “móvil”.
El primero era que de acuerdo a los ensayos con el cloudbuster, Reich había comprobado que el orgón es un flujo dinámico y no estático, en dirección oeste a este, que era una de las hipótesis de las que el experimento partía. La segunda y más compleja, sería que la propagación constante de la luz no era una constante de propagación si no de medida, y este hecho estaba relacionado con el local del campo orgónico. Aunque entiendo que para el lector que no esté algo introducido en la física no va a resultar fácil de entender este concepto, si decir que de ser cierto este descubrimiento absolutamente fundamental significaría simple y llanamente que esta ciencia tiene que ser completa y absolutamente reescrita.
Cloudbuster de DeMeo.
Una de las formas que he visto de explicarlo sería con la electricidad; se dice que al aplicar una corriente sobre una resistencia, los electrones empiezan a moverse impulsados por el campo eléctrico de la misma y chocan con ésta, dando como resultado la producción de luz y calor de acuerdo a la ley de Ohm, ley que por otra parte sólo se cumple en el caso de corriente continua. La pérdida de potencia sería proporcional al producto de la corriente que sería la cantidad de electrones, por el voltaje o energía de los mismos. Sin embargo esta efecto conocido como efecto Joule no explica porque la corriente medida es exactamente igual si se mide antes y después de la resistencia. Si estos pierden energía, ¿no debería de variar la velocidad y por tanto el amperaje? Al no ocurrir esto, se puede deducir que la luz sería una manifestación del campo etérico que precipitaría sobre el cable, de la misma manera que la luz sería una forma de orgón que precipitaría sobre cada punto de una línea, que nosotros confundimos con la trayectoria de propagación de un haz luminoso. Interesante ahora es la lectura de mi entrada sobre la teoría del color de Goethe. De hecho, a pesar de que la medida de amperaje esta definida en los libros como cargas moviéndose de un polo a otro, lo que en realidad se mide es el campo magnético que se crea alrededor del conductor y con ello se deducen el número de cargas moviéndose de un extremo a otro. Pero esa afirmación, es completamente errónea y además basado en el dogma que dichas cargas nunca se han visto. Y al solo depender del medio, esto significaría que sería constante en tanto que el medio no cambiara, de manera que siempre mediríamos la misma velocidad “de propagación”, cuando en realidad sería una velocidad “de interacción etérica”.
Como Einstein supuestamente “arruinó la
física”, o la “guerra” del éter.
El propósito principal de este "blog" es servir al lector de "ciencia perdida" que pueda ser aplicada desde el primer momento y usada experimentalmente teniendo en la agricultura su base más sólida.
Albert Einstein.
Tal y como vimos en las entradas anteriores sobre ciencias tradicionales, transmutaciones y teoría del Color de Goethe, reclamo una Ciencia Nueva que base sus resultados en la mera observación sin prejuicios de la naturaleza en la naturaleza, y de una nueva ciencia natural tradicional sobre las bases de genios como Tesla, Schauberger, Steiner o Goethe. Y la naturaleza por "a" y por "b" nos demuestra continuamente que ella sabe lo que tiene que hacer y lo que nos pide es que la dejemos hacer.
Noticia del desafío de Miller a Einstein por el éter.
Eso es algo que el científico moderno desconoce y no entiende porque ha sido educado por un lado de espaldas a la naturaleza primero, y con el dogma de terror de que ésta es hostil y que tiene que ser dominada y sometida. O lo que es peor, que está desordenada y que el hombre moderno en su máxima escala de evolución a la que se encuentra va a ordenarla a partir de la terapia génica y la sempiterna investigación en la que la biología oficial sigue tan cómoda como falsamente instalada, de intentar explicar la vida solo exclusivamente en clave de comportamientos genéticos que por lo que parece, compiten entre ellos. Pero lo cierto, es que la naturaleza vive ajena a esas simplistas estupideces neodarwinistas al igual que lo hace a nuestras abstracciones físicas y sobre todo matemáticas. Ante este escenario y como opinión estrictamente personal, les diré que poco me importa si existe un éter, dos, cuatro (como pensaba Steiner) u ocho (como pensaba Schauberger), y menos aún, las discusiones meramente abstractas no basadas en datos y resultados experimentales fehacientes que siempre son frenadas con argumentos “ad Hoc” como que contradicen las leyes al uso. Todo son sin duda subproductos resultantes de la modernidad, el sueño de Brahma del que algún día despertaremos según el Vedanta. Pero con el tema del éter, es obligado hacer una excepción. Dos frases premonitorias son interesantes de recordar ahora;
Los científicos de hoy en día han reemplazado las matemáticas por los experimentos, y deambulan de una ecuación a otra para llegar a resultados finales que son meras construcciones matemáticas que nada tienen que ver con la realidad.
Nikola Tesla.
En lugar de luchar contra la naturaleza, aprendamos de ella. El amor, el trabajo y el conocimiento, son las fuentes de nuestra vida, y por tanto, deberían de gobernarla.
Wilhelm Reich.
Interferómetro del experimento de Michelson Morley de 1887.
Y es cierto. Nuestros aparatos modernos (motores eléctricos, wifi, radio, internet…) nacieron con el genio de Tesla, pero todo el mundo conoce mucho más a Einstein. Al igual que la teoría Newtoniana del color que usamos hoy en día es incompleta, desconocemos a Goethe, el verdadero empírico y observador, cuya explicación del fenómeno es mucho más completa que la que está en los libros de texto. Los fracasos del Bosón de Higgs y los brutales costes que conllevan nos hacen pensar que estas frases dichas hace más de 100 años no pueden ser más premonitorias. Algunos cosmólogos ya empiezan a afirmar que la energía oscura es la manifestación de que el universo esta bañado por una enorme cantidad de energía y que día a día, el no aceptar la existencia del éter solo se hace que añadir más y más complejidad física y matemática al problema. Un exprofesor mío (cuyo nombre no me está permitido revelar) me confesó que crece el número de físicos del stablishment que saben (y digo saben y no creen) que todo lo que se ha dicho sobre el tema del éter hasta ahora es falso, y no me refiero a los Turtur, Meyl y otros que llevan años diciéndolo. También me ha llegado el rumor de una persona que me merece confianza, que el C.S.I.C en Madrid tiene un departamento que en secreto llevan varios años investigando la energía escalar.
El Affaire Einstein.
El físico Dayton Miller, fiel opositor a la idea anti-etérica de Einstein, construyó este interferómetro que detectó el éter y refutó el experimento de Michelson Morley. Miller también llegó a la conclusión que el éter era un flujo móvil y no estático, pero sus ideas cayeron en el olvido.
Dayton Miller a la izquierda y MIchelson a la derecha. Partidario y detractor de la existencia del éter.
La mayoría del stablishment científico cerró filas en las ideas de Einstein contrarias a la existencia del éter, a pesar de que éste supo jugar de manera muy inteligente introduciendo y quitando la hipótesis en varias ocasiones. Del mismo modo, Einstein había propuesto un modelo matemático para explicar las partículas flotantes que había descubierto Brown y de las que hablaba en mi anterior entrada.
Interferómetro mejorado usado por Dayton Miller en sus experimentos en los años 20.
Una vez más, los números vencían sobre los experimentos. Y en el caso de Einstein, no fue la única vez que este se cruzó en el camino de Reich.
En 1940, un Reich recién llegado a Estados Unidos escribía una carta a Einstein explicándole sobre su descubrimiento del orgón y su comportamiento contrario a la energía electromagnética convencional y emplazándole a tener un debate sobre este tema. Dos semanas después, el 13 de enero de 1941, un decidido Reich se encontraba con Einstein en Princeton y le explicaba los efectos anómalos de la temperatura en el interior de un acumulador de orgón explicados en mi entrada anterior. Einstein aceptó la idea de experimentar con el acumulador y empezó un intercambio de correspondencia entre ambos (explicado en el libro American Odissey recopilado por Mary Boyd Higgins) hasta que finalmente éste, se negó a seguir contestando a Reich y aceptar sus ideas.
Explicaciones al experimento de
MIchelson Morley.
A modo de símil, la primera conclusión sobre los experimentos con el cloudbuster, es que estos demostraron que el orgón no es una bola de caucho interaccionado contra un río de energía, sino una bola rodando sobre un mar progresivo de ondas de agua. Esto le llevaría a estudiar las corrientes orgónicas y sus densidades, encontrando que en los paralelos entre 30 y 60 grados de la Tierra, estos flujos eran bastante laminares y constantes en dirección oeste a este, mientras que eran más caóticos y dispares en los polos y en el Ecuador.
Notas del seguimiento del tiempo realizadas por Reich durante 1952. CORE (Cosmic Orgone Engineering). Publications of the Orgone Institute. Vol VI Numeros I-IV. Julio de 1954. Pag 68.
La segunda conclusión, es que había que separar la luz (que nunca se mueve) de la excitación que si lo hace, y era esto segundo lo que se propagaba a la velocidad de la luz. La “velocidad de la luz” no sería tal velocidad, y en todo caso sería una constante de medida pero no de propagación.
Trevor James Constable.
Todos los grandes científicos proscritos por la historia, llegaron exactamente a la misma conclusión sobre el éter, al considerarlo como la pieza fundamental del puzzle que significa comprender el universo. La pregunta que se deriva es obvia; ¿Estamos hablando de lo mismo? De momento hemos dado el telón de fondo y pronto presentaremos a los actores. Lo que si les diré, es que el autor fue testimonio de un caso de éxito de un cloudbuster. Se provocaron lluvias y al mismo tiempo una incorrecta orientación del mismo provocó una gran nube de D.O.R, que se eliminó completamente al día siguiente. Por razones obvias, no estoy autorizado a dar más detalles. También como ha quedado dicho en mis anteriores entradas, estoy realizando mi propia investigación personal después de ser testimonio directo de otro caso de éxito en el pasado, con un novedoso experimento ecológico con un acumulador de orgón. Los detalles de los mismos se sabrán a su debido tiempo. Por ahora, tendrán que creer en mi palabra.
Finalmente, comentar que Trevor James habla de Steiner en su libro Cosmic Pulse of Life y dibuja este cuadro en relación a los 4 éteres de Steiner o mejor dicho, dos éteres, uno caliente y otro frío y cuatro combinaciones posibles que llamó Quaterniones y cuya relación con los cuatro elementos de la alquímia es evidente. Lo dejo para que saquen sus propias conclusiones.
Los cuatro éteres de Steiner, según Tom Brown y Trevor James Constable.
En la próxima entrada, veremos cuales materiales y experimentos si y cuáles no me parecen oportunos y válidos para replicar los experimentos de Reich. Les aseguro que se trata de un viaje a lo desconocido absolutamente apasionante.
Fuente: http://artursala.wordpress.com/