miércoles, 26 de febrero de 2014

Máximo Sandín Vs Darwin: El Origen del Darwinismo I


“Es más fácil desintegrar un átomo que un preconcepto”

Albert Einstein (1879-1955)

“Fue necesario mucho poder, 
mucha capacidad para controlar las instituciones científicas, 
para instaurar el darwinismo 
y es necesario mucho poder para mantenerlo. 
Las pocas personas que constituyen el verdadero poder, 
que son las mismas que controlan las fuentes de energía, 
las multinacionales farmacéuticas y biotecnológicas, 
tienen un gran interés en que se mantenga 
la concepción darwinista de la realidad (el mundo es así de 
terrible porque, según la Ciencia, son “leyes naturales”; y ellos 
están, lógicamente, en la cumbre). Y la concepción 
reduccionista de “los genes” y el azar 
es fundamental para sus negocios”

Máximo Sandín

Bioantropólogo y profesor del Departamento de Biología en la Universidad Autónoma de Madrid, a cargo de la docencia de Evolución Humana y Ecologia. 

- Máximo Sandín -

“Las principales revistas científicas parecen un catálogo de anuncios de las empresas biotecnológicas. La investigación “aplicada”, es decir la enfocada a fines comerciales, está financiada. Es decir, controlada por estas grandes empresas. Los medios de comunicación, en los que sus “expertos” son siempre fervientes darwinistas, no se cansan de transmitirnos los grandes logros que se producirán “para la Humanidad” como consecuencia de estas investigaciones… 

Las grandes multinacionales tienen tanto poder que son capaces de controlar las instituciones internacionales como la FAO, la OMS, algunos parlamentos e incluso las concesiones de los premios Nóbel, que son la mejor publicidad para sus negocios, como se ha comprobado con la fraudulenta concesión de este premio a Zur Hausen y el peligroso negocio de la vacuna contra el papilomavirus.




Después de la “lucha contra las bacterias” (nuestras “competidoras” bajo la óptica darwinista) que ha conseguido que se extienda la resistencia a los antibióticos gracias al abuso de su utilización (de su comercialización), ha comenzado la “lucha contra los virus”, comenzando por extender el terror en la población. 

El motivo real de la aparición de estos nuevos enemigos es que las patentes de los antibióticos están caducando y dejarán de ser negocio. Hay que buscar nuevos negocios, y la lucha contra los virus y las vacunas son el mejor negocio. No importa cuáles serán sus efectos.” Máximo Sandín, 2009.


2009, el bicentenario del nacimiento de Charles Darwin (12 de febrero de 1809 en Shrewsburry, Inglaterra) ha sido el año de “celebración global” del darwinismo. El año de Darwin. 

“Charles Darwin, hijo de un prestigioso médico de la alta sociedad, estudia en la universidad de Cambridge y, tras graduarse en 1831, y con sólo 22 años, se embarca durante 5 años en una expedición científica alrededor del mundo. El barco, llamado HMS Beagle, le hace descubrir todo tipo de especies animales, geografías diversas y multitud de plantas diferentes. Más tarde, cuando llega a Inglaterra, publica “Diario del viaje del Beagle”. De golpe, se convierte en una celebridad entre la sociedad científica de la época”.


¡ El Proyecto Matriz quiere dar amplitud a la voz lúcida y crítica de Máximo Sandín !


UNA NUEVA BIOLOGÍA PARA UNA NUEVA SOCIEDAD


En Junio de 1999 tuvo lugar en Budapest la “Conferencia Mundial sobre la Ciencia”, organizada conjuntamente por la UNESCO y el Consejo Internacional para la Ciencia

Los participantes, en un número próximo a los 2000, elaboraron un manifiesto, impregnado de inquietud, con el título “Declaración sobre la Ciencia y la utilización del Conocimiento Científico”, que en su Punto 20 afirma: “Ciertas aplicaciones de la Ciencia pueden ser perjudiciales para las personas, así como para la sociedad, el medio ambiente y la salud humana, y que pueden incluso amenazar la supervivencia de la especie humana…” 


Y en el 21: “Constituye una responsabilidad específica de los científicos prevenir aquellas aplicaciones de la Ciencia que resulten contrarias a la ética o que tengan consecuencias indeseadas”. 

“Mi intención aquí, es dar cumplimiento a este mandato”, afirma Máximo Sandín.



Con la utilización, en la década de los 70, de la técnica del ADN recombinante, nació lo que hoy se conoce como “ingeniería genética”.

Un nacimiento rodeado de controversias e inquietud… Veamos por qué.

La técnica del ADN recombinante consiste en la utilización de enzimas obtenidas de bacterias que son capaces de cortar en trozos el ADN por sitios que tienen tendencia a unirse de nuevo (es decir, no se trata de una invención, porque es la manipulación de un fenómeno existente -que se produce- en la Naturaleza). El uso de estas enzimas hace posible insertar, con mayor o menor precisión, trozos de ADN ajenos en el de virus, plásmidos o elementos genéticos móviles, todos los cuales tienen, en la Naturaleza, las capacidades de, o bien infectar las células y multiplicarse dentro de ellas, o de insertarse en sus cromosomas y replicarse junto con la célula receptora. Son lo que se conoce como “vectores”, que permiten, por ejemplo, transferir “genes” de una especie a otra con la que no se cruza naturalmente.


Pero fueron los propios científicos involucrados en estas prácticas los que se alarmaron ante sus posibles implicaciones. Comprendieron que existía la posibilidad de que un error, o incluso una acción deliberada, condujese a la aparición de nuevos virus y bacterias patógenos, dada la plasticidad y capacidad natural de recombinación de su material genético.

En 1974, los investigadores pioneros en este campo acordaron aplazar voluntariamente varios tipos de experimentos que podían resultar arriesgados.

Los debates científicos sobre los riesgos de la “ingeníeria genética” congregaron a los máximos expertos en la materia.

- Erwin Chargaff -

Erwin Chargaff, pionero en las investigaciones que condujeron al desciframiento del código genético, afirmó: 

“Mi generación, o quizás la que me precede, 
ha sido la primera que ha librado, 
bajo el liderazgo de las ciencias exactas, 
una batalla destructiva y colonial contra la Naturaleza. 
El futuro nos maldecirá por ello”

Cuando se pronunciaba esta sentencia, que lleva camino de convertirse en premonitoria, la actividad científica todavía estaba concebida como una profundización en los conocimientos, cuyos avances debían ser compartidos por toda la comunidad científica y sus posibles aplicaciones prácticas por toda la Humanidad. 

Pero en los Estados Unidos ya se palpaba la inquietud por la posibilidad de que las prácticas de manipulación genética escaparan del control científico y social. Ha ido ganando terreno la idea de que es necesario dar inmediatamente una base legal a la regulación que se encuentra en las normas de los Institutos Nacionales de Salud.


En particular, la regulación debe extenderse a las actividades no financiadas por organismos no federales, especialmente en el sector industrial.

También eran contempladas con inquietud las posibles desviaciones de los científicos de la ética científica. Para estar sobre aviso desde el principio, es de especial importancia un sistema de control eficaz que siga las direcciones reales de la investigación del ADN recombinante. /…/ Es esencial que se sigan de manera sistemática los caminos que toman los intereses de los investigadores, desde los programas de ayudas económicas y las comunicaciones hasta la publicación del trabajo.


Como hemos podido comprobar, las inquietudes de los científicos de los 70 estaban plenamente justificadas. En la actualidad, las prácticas de manipulación genética han pasado, en su mayor parte, a estar dirigidas por los intereses de las empresas privadas.

La irrupción del “Mercado” en la Ciencia ha transformado la concepción de la investigación hasta convertirla en una actividad comercial. Las perspectivas de rentabilización de los descubrimientos genéticos ha llevado a que muchos genetistas moleculares se hayan convertido en dueños de sus propias compañías de biotecnología, colaboren o dependan de la financiación de grandes empresas. Esta actitud es entusiastamente justificada por los medios de comunicación. Algunos de los investigadores más brillantes, al menos en los Estados Unidos, parecen haberse hartado de que la mina de oro de sus ideas acabe siendo explotada comercialmente por otros y han decidido constituir sus propias empresas (El País, 9-4-2000).


La “economía de libre mercado” y la Biología se han encontrado, y el resultado es que esta última parece haber olvidado su condición de Ciencia como búsqueda del conocimiento para convertirse en una supuesta tecnología (dado el insuficiente conocimiento y control de los fenómenos que manipula), al servicio de la industria y el comercio, y un factor más a incluir en las oscilaciones de la Bolsa (fenómeno del que las multinacionales de la biotecnología son el máximo exponente).


La consecuencia de esta degradación del espíritu científico es la confluencia en un sendero por el que biotecnología y economía caminan alegremente hacia un callejón sin salida, añadiendo a la creciente degradación ambiental, a la extensión de la pobreza y al agotamiento de recursos, la progresión, aparentemente imparable, de los peligros derivados de la irresponsable manipulación genética de los seres vivos.

-Craig Venter-

Sin embargo, esta confluencia no resulta sorprendente, porque desde el 24 de Noviembre de 1859, la Biología y la Economía han estado estrechamente unidas. Tan estrechamente unidas que sus conceptos centrales y su terminología son prácticamente indistinguibles.

Conferencia de Máximo Sandín en Biocultura Madrid sobre el mundo de los microorganismos. El sonido no es muy bueno debido al ruido ambiente del momento, pero el contenido es muy interesante. Disculpas…

Dr. Máximo Sandín - La Lucha contra Bacterias y Virus: Una Lucha Autodestructiva



El Proyecto Matriz #120 - Máximo Sandín vs Darwin. El Origen del Darwinismo I


¡¡¡ Artículo elaborado por Jes !!! ... del Proyecto Matriz




CONTINUARÁ…