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viernes, 2 de agosto de 2013

Creencias Limitantes. Eres Lo Que Crees Que Eres


Tanto si crees que puedes como si crees que no puedes estás en lo cierto.



A lo largo de nuestra infancia hemos adoptado e internalizado una serie de creencias, algunas buenas, otras no tan buenas, y otras quizás, destructivas. Todos tenemos creencias. Si hay una cosa que puede ser generalizada como una verdad universal, es que todo el mundo tiene un conjunto de creencias y suposiciones. Estas creencias y suposiciones arraigadas dentro de nosotros conforman un vínculo casi irrompible. Defendemos estas creencias con tenacidad y vigor. Estas creencias se han vuelto tan arraigadas en cada célula de nuestro cuerpo que afectan a cada aspecto de nuestras vidas, nuestras relaciones, nuestra salud, nuestra posición financiera, nuestra propia imagen y así sucesivamente.

Algunas de estas creencias se han instalado en nosotros por los demás, otras nos las instalamos a través de nuestra percepción de la realidad, de nuestras experiencias. El asunto es que para que un hecho se convierta en una creencia tenemos que aceptarlo. De donde provienen nuestras creencias, aunque interesante, no es importante en última instancia.

Lo importante es que estas creencias son verdaderas … para nosotros. Si creemos que la vida es una lucha, es porque la vida es una lucha, si creemos que el dinero es difícil de conseguir, es porque el dinero es difícil de conseguir, si creemos que no somos dignos, es porque no somos dignos, si creemos que la felicidad está a la vuelta de la esquina, entonces la felicidad siempre estará a la vuelta de la esquina.

Cuando tienes una creencia, esa creencia se escribe a fuego y vas a reunir pruebas para apoyarla en todo momento. Si tu creencia es que no estás destinado a tener las cosas buenas de la vida y que cada euro que ganes será a través del sudor de tu frente, entonces sin duda encontrarás una fuente inagotable de ejemplos para probar tu teoría, fortaleciendo aún más su creencia. Por otro lado, si tu creencia es que el dinero viene a ti fácilmente y sin esfuerzo, a continuación, encontrarás evidencias para apoyar esa teoría. Es una cuestión de enfoque, de dónde pones tu atención (sobre todo a nivel inconsciente). 

Los seres humanos somos criaturas de la eliminación, prestamos atención en donde estamos enfocados y eliminamos el resto. Como resultado, se deduce que no puedes cambiar tu enfoque sin cambiar tus creencias.

Nuestras creencias limitantes son a veces bastante obvias para nosotros. Pero en general, y al igual que un iceberg, las creencias conscientes son apenas la punta del iceberg. La mayoría de nuestras creencias están por debajo de la superficie, fuera de nuestra conciencia cotidiana. Para avanzar hay que tomar conciencia de tus propias creencias limitantes como están causando un constante sabotaje en tu progreso.

La búsqueda de esas creencias limitantes “debajo de la superficie” puede ser un proceso difícil ya que suelen estar bien vigiladas por tu mente inconsciente, que está bastante bien entrenada para mantenerte en tu zona de confort. Sin embargo, para progresar más allá de lo que bloquea el progreso tienes que dejar la zona de confort y un primer paso para hacer esto es tomar conciencia de tus creencias limitantes.


Una manera de identificar tus creencias limitantes es pensar en un área o una meta en la que estás teniendo dificultades en lograr. Puede ser la pérdida de peso, dejar de fumar o de una perspectiva de negocio, alcanzar tu cuota de ventas del departamento o el logro de tu presupuesto de manera consistente. Avanzas sólo para caer en viejos hábitos o perder las ganancias que se han hecho a lo largo del camino. Es más que probable, que en algún lugar profundo en tu interior hay una creencia limitante que debe ser abordada antes de que puedas ver una mejora sostenible y tu éxito final. Por ejemplo: supongamos que tienes una meta para convertirte en el mejor vendedor de la empresa, pero en el fondo tienes una creencia limitante que ” no eres capaz o lo suficientemente inteligente,” ¿Qué posibilidades tienes de lograr tu meta? No muchas, la verdad. Antes de siquiera pensar en lograr tu meta, debes hacer frente a la creencia limitante.

Es importante tener en cuenta que todas las creencias limitantes son, de hecho, decisiones limitadas que hemos hecho temprano en la vida. Algo pasó, hemos observado algo, o algo que nos dijeron y le dimos un significado, lo aceptamos y decidimos que era verdad. A partir de ahí se convirtieron en una creencia, porque hemos decidido que era verdad … la vida es dura … envejecer significa obtener débiles y enfermizos … el dinero es difícil de encontrar … el dinero es la raíz de todo mal … Yo no soy lo suficientemente inteligente … yo nunca llegaré a tanto … no valgo nada … la gente no me gusta … la vida es injusta … en la gente no se puede confiar, la gente es básicamente perezosa y así sucesivamente y así sucesivamente y así sucesivamente. Al darnos cuenta de que hemos decidido aceptar estas creencias somos conscientes de la causa y su efecto y nos colocamos en una posición de poder decidir o no decidir aceptar algo.

Las creencias limitantes son como las malas hierbas desatendidas que pueden asumir el control y destruir tu jardín. La única manera de salvar tu jardín es destruir de forma diligente y sin piedad a las malas hierbas, mientras que al mismo tiempo cultivas las flores de tu jardín. No puedes ser indiferente a las creencias limitantes, debes buscarlas y destruirlas completamente y sin prejuicios. Tienes el poder para lograr cosas que nunca has soñado que fueran posibles, pero para hacerlo debes cambiar tus creencias. El único sitio en que la acción precede a la creencia es en el diccionario. El punto de partida es siempre tus creencias.

Una vez que has descubierto tus creencias limitantes, debes desafiarlas y rechazarlas conscientemente en cada oportunidad. No debe haber ninguna duda en tu mente de que estás limitado en una manera o forma. Nadie es mejor que tú, ni mejor que nadie. Todos nosotros tenemos los recursos necesarios para alcanzar nuestros sueños. Elimina cualquier tipo de creencia que te indique lo contrario. Hazlo como lo harías con cualquier creencia que sabes que es falsa. Si alguien se te acerca y te dice que cree que el mundo es plano, ¿con cuánto vigor desafiarás esa creencia? La creencia de que estás limitado de alguna manera es tan ridícula como la creencia de que el mundo es plano.
Te reto de la misma manera a desafiar tus creencias limitantes.

¿Aceptas el reto?

Creencias limitantes: qué son y cómo podemos cambiarlas

Una creencia es una idea que tenemos, que pensamos y sentimos que es verdad. Son experiencias internas que ocurren tanto en nuestras mentes como en nuestros cuerpos: así, de la unión del pensamiento y la emoción se genera un sentimiento respecto de algo al que llamamos creencia.

Las creencias pueden ser potenciadoras o limitantes: las primeras son aquellas que potencian nuestras capacidades y nuestra estima personal, y nos hacen sentirnos bien; las segundas son aquellas que limitan nuestro potencial y son un obstáculo para alcanzar nuestras metas.

Por ejemplo, una creencia potenciadora es “encontrar pareja es fácil” y una creencia limitante es “los hombres/mujeres son incapaces de comprometerse”. El resultado de creernos una cosa o la otra es bien diferente: en el primer caso, disfrutaremos con seguridad de una relación de pareja; en el segundo, o no la tendremos o si la encontramos acabaremos rompiendo. Y es que nuestra realidad se va a ajustar SIEMPRE a lo que creemos...

DE DONDE PROCEDEN NUESTRAS CREENCIAS

Para entender bien como funciona nuestro sistema de creencias, es interesante analizar un poco como funciona desde un punto de vista operativo nuestra mente. A este nivel, podemos decir que tenemos dos mentes: la mente consciente y la mente subconsciente. Entre otras funciones, nuestra mente consciente es la que controla nuestro pensamiento racional y lógico, y se encarga de analizar, juzgar y decidir. Por su parte, la mente subconsciente es la encargada entre otras muchas cosas de guardar la información: vendría a ser como un archivo gigante donde están guardados los recuerdos de nuestras experiencias y todo nuestro sistema de creencias.

La mayoría de creencias que tenemos proceden de nuestra infancia, de lo que vimos, oímos y experimentamos entre los 0 y los 6 años.

De los 0 a los 2 años, nuestra actividad cerebral se encuentra en un estado de ondas Delta (1 a 4Hz) que es el estado que tenemos cuando estamos dormidos. Entre los 2 y los 6 años de edad, estamos en un estado Theta (4 a 8Hz) que es el de la imaginación creativa y también al que accedemos con la meditación. Entre los 6 y los 12 años, estamos en un estado Alfa (8 a 12Hz) que vendría a ser un puente entre el subconsciente y el consciente (un estado semiconsciente y relajado). Y a partir de los 12 años, entramos en un estado Beta (12 a 30Hz) que es el de la mente consciente: la conciencia activa y focalizada.

Pues bien, los estados Delta y Theta son los estados "programables". Es lo que conocemos también como estados hipnóticos: en esos momentos no hay cuestionamientos, la mente racional no interviene, y las ideas se graban directa y automáticamente en el subconsciente.

Recordemos que es precisamente entre los 0 y los 6 años de edad cuando nos “socializan”, es decir, cuando “nos educan” para comportarnos en sociedad: nos dicen que está bien y que está mal, lo que se puede hacer y lo que no, si somos buenos o malos, listos o tontos, merecedores o no de amor...

Resulta, así, evidente que la mayoría de creencias que tenemos ¡NO SON NUESTRAS! Son los "programas" que, casi siempre con la mejor intención, nos grabaron nuestros educadores (padres, profesores, amigos, etc.) cuando éramos niños y no teníamos todavía capacidad de razonar.

Otra cuestión importante a tener en cuenta es que en nuestro día a día la mente que rige casi el 99% de nuestros comportamientos es la mente subconsciente!!! Ésta procesa 40 millones de bits de información por segundo, mientras que la mente consciente es capaz de procesar únicamente 40 bits por segundo.

Conclusión: nuestra mente subconsciente (que funciona por hábitos, por repetición automática) va siempre un paso por delante de nosotros, de nuestra mente consciente.

Está claro que cuando dejamos de “estar presentes”, de activar nuestra mente consciente creativa, dejamos entonces de ser nosotros mismos porque pasamos a expresar la programación que hay en nuestro subconsciente, es decir, nos comportamos en base a unas creencias que no son las nuestras...

COMO LOCALIZAR NUESTRAS CREENCIAS

Para localizar nuestras creencias limitantes podemos hacernos preguntas como:

¿cuál es la causa de …? Por ejemplo, ¿cuál es la causa de que no adelgazo? O ¿cuál es la causa de que los hombres/las mujeres me dejen? O ¿cuál es la causa de que no tenga dinero? A lo que nos podemos responder por ejemplo: porque de siempre tengo tendencia a engordar, o porque todos los hombres/mujeres tienen pánico al compromiso, o porque en mi familia nadie se hace rico. Ya tenemos aquí tres ejemplos de creencias limitantes...

¿qué significa para mi …? Siguiendo con los ejemplos de antes, nos preguntaríamos: ¿qué significa para mí no adelgazar, ser dejado/a por mis parejas, o no ganar dinero? Quizá todo eso es una ratificación de que qué no nos merecemos amor, o que no valemos lo suficiente, o que somos incapaces "de". De nuevo, ya hemos descubierto tres creencias limitantes más...

¿cuál es la finalidad de … / que pretendo obtener con ...? Por ejemplo: ¿cuál es la finalidad de adelgazar? Estar guapa. Luego la creencia limitante sería si estoy gorda, no soy guapa... O ¿cuál es la finalidad de ganar dinero? Ser feliz. Luego la creencia limitante sería si no tengo dinero, no soy feliz...

Otras preguntas que podemos formularnos son: ¿Qué ocurriría si … (dejo de fumar, adelgazo, tengo pareja)? ¿Qué me lo impide? ¿Alguien de mi familia tiene esa misma creencia? ¿Cómo contribuyo yo a que pase eso que me creo?

COMO CAMBIAR NUESTRAS CREENCIAS LIMITANTES


Existen varios métodos para cambiar nuestras creencias limitantes. Como sea que nuestro sistema de creencias se encuentra grabado en el subconsciente, la forma más eficaz de lograrlo es accediendo directamente a él. Para ello, existen métodos como PSYCH-K®, un poderoso conjunto de herramientas que te ayuda a reprogramar fácilmente las creencias limitantes subconscientes.

Lorena Sabugal


El mundo de las Creencias Limitantes es un tema verdaderamente apasionante. El sólo hecho de pensar que lo que “somos”, es decir nuestra identidad como personas está constituida en gran parte por lo que creemos de nosotros mismos nos hace pensar que si pudiéramos cambiar las creencias que tenemos sobre nosotros y sobre el mundo, lograríamos vivir una vida plena y satisfactoria.




Espero que estés preparad@ para lo que viene, pues la verdad es muy fuerte y es la siguiente: Nuestro sistema de creencias es un filtro que distorsiona toda la información que recibimos del mundo “real”, de modo que la realidad se convierte en sólo un espejismo. ¿Sabías que la efectividad del tratamiento del cáncer basado en tomar veneno de serpiente o reiki o terapia basada en hierbas naturales tiene la misma efectividad que la quimioterapia?, ¿Sabías que un estudio determinó que lo único que tienen en común los pacientes que se logran curar de un cáncer “terminal” es que creían que con el tratamiento que llevaban a cabo se iban a sanar, independientemente del tratamiento?. Existen muchas otras situaciones en que queda demostrado el poder de las creencias, como el vudú y la magia.

Esto parece nuevo, pero en realidad los monjes budistas hace miles de años ya entendían la importancia de las creencias, por eso, al convertirse en monjes se cambian el nombre, pues el nombre en sí mismo tiene un conjunto de creencias que no constituye la verdadera esencia de la persona.

Nuestro sistema de creencias crea nuestra realidad, por ejemplo, si crees que no eres una persona creativa, tienes razón. Si crees que te puedes sanar de un cáncer, también tienes razón. Si crees que eres una persona olvidadiza, adivina… también tienes razón. ¿Ves la importancia de reconocer y cambiar las creencias limitantes?

El mensaje que te quiero entregar, es que tienes que hacerte consciente de que tu esencia, es más que un conjunto de creencias, está por sobre eso. Debes hacerte consciente de tus creencias limitantes. La próxima vez que justifiques una conducta o hábito indeseado ya no puedes decir “es que yo soy así”, pues tu eres quién decidas ser, y si no decides quien ser, pues ya en alguna forma has tomado una decisión.

Muchas veces basta solamente hacerse consciente de una creencia limitante para que esta desaparezca, pero lo más difícil es encontrarla. Por eso un coaching es de gran ayuda. ¿Recuerdas el ejemplo del punto ciego?

Reconocer el sistema de creencias de otra persona y adoptarlo como propio, es otra forma útil para realizar la técnica de Rapport.

Pero hay más, usemos el sentido común

Sin duda alguna hay un tercer factor, a la hora de decidir cuál es el modelo de lo que es posible. Se trata del sentido común. Es evidente que difícilmente lograremos sobrevolar literalmente la ciudad en busca de una chica a la que abordar. O que con el solo hecho de sacarnos el pene delante de una chica consigamos que se sienta atraída por nosotros.

¿No?

Una precisión importante a este respecto. Tenemos que usar el sentido común, está claro, pero es muy difícil en ciertas ocasiones discernir qué cosas son de sentido común y qué cosas son normas sociales



Otro aspecto importante respecto a esto es el tema de la lógica. Sentido común puede equivaler a lógica muchas veces, pero no solo se limita a eso. Como te digo hay cosas que consideramos de sentido común, que no son más que normas sociales. La lógica es razonamiento puro y duro. Sin embargo, hay cosas que parecen ilógicas desde nuestro punto de vista, pero para las mujeres no lo son, o a pesar de serlo, ellas actúan de esa manera. Por ejemplo, cuando las mujeres se ponen a llorar sin motivo aparente, de repente, de la nada, cuando el día anterior estaban contentas. Esto es porque ellas actúan en muchas ocasiones guiadas por sus emociones

Como ves, el tema del sentido común, o lo que es lógico no es tan sencillo. Con el tiempo te darás cuenta de qué es sentido común y qué es simplemente creencia limitante. Debes tener la mentalidad abierta, y creer que casi todo es posible. La mayor medicina contra las creencias limitantes es el optimismo. 

Cómo quitarse las creencias limitantes

Es normal que con tus actuales esquemas perceptivos te cueste actuar. Estas creencias son una fuerza que bloquea el comportamiento. Es decir, si te digo que le digas a una chica “bonito culo” probablemente te bloquearás y te será imposible articular palabra.

Hay que replantearse las cosas, reflexionar e interiorizar las nuevas ideas. 

Cuando hayas comenzado a cambiar tu paradigma, empiezas a repetirte día a día las ideas nuevas. Con ello conseguirás ir haciendo espacio en tu subconsciente a estas nuevas ideas, y que sean interiorizadas, sentidas en lugar de pensadas. Ten en cuenta de que las creencias limitantes están muy arraigadas en tu subconsciente, al cual le va a costar dejar de creer en las tonterías que nos ha inculcado la sociedad. El subconsciente acepta lo que se le dice sin cuestionar nada, especialmente en la edad infantil y de crecimiento, por eso la sociedad y la familia consigue modelar nuestro carácter, y nos “socializa”.



Otra manera de luchar contra estas creencias limitantes es la meditación. En un estado de relajación es más fácil que nuestro inconsciente absorba las nuevas ideas y “sienta” la nueva realidad. Te recomiendo que hagas meditación y cuando consigas un estado relajado te repitas las frases positivas que refuerzan tu nuevo marco.

Hay también muchos ejercicios de PNL que sirven para modificar creencias. Puedes ver muchos de ellos en los programas de Ross Jeffries “Fear into Carisma” y “Psychic Influence” entre otros. Es lo que se conoce como rituales de magia. También están las afirmaciones, frases que introducen nuevas creencias. Las frases que te propongo que repitas después de meditar son afirmaciones.

Pero sin duda lo más potente para cambiar creencias limitantes es actuarLas experiencias son más potentes que las ideas, porque cambian nuestro estado emocional, dando lugar a un cambio en nuestra manera de ver las cosas. Las ideas se internalizan más rápido cuando son introducidas a través de emociones fuertes.